Meditación 26: La Coronación de la Virgen María como Reina de todo lo creado

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En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

. Escucha, Israel

«Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?  ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe?  No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia» (Mt 6, 24-34). 

. Mensaje de María «Reina de la Paz» en Medjugorje

Queridos hijos, hoy os invito al abandono total a Dios. Todo lo que hagáis y todo lo que poseáis entregádselo a Dios para que Él pueda reinar en vuestras vidas como el Rey de todo. No tengáis miedo porque estoy con vosotros aún cuando penséis que no hay camino de salida y que Satanás reina. Os traigo la paz, soy vuestra Madre y la Reina de la Paz. Os bendigo con la bendición del gozo a fin de que Dios sea todo para vosotros en la vida. Solo así el Señor podrá guiaros a través de mí hacia las profundidades de la vida espiritual. Gracias por haber respondido a mi llamada” (25 de julio de 1988). 

. Meditación

Aquí está la criatura más humilde, más sencilla, más obediente, más creyente yconsecuentementemás amante, siendo coronada por el mismo Dios como Reina de todo lo creado. Sin embargo, como siempre, no retiene nada para Ella; todo lo que se le da, lo conduce al Rey de reyes. Ella reina para que Él reine. No es que Dios no pueda reinar sin Ella, pero así lo ha querido Él. Desea que Su victoria pase por manos de la Virgen para humillar a la Serpiente (cf. Gn 3, 15). Por eso se goza tanto el Señor cuando reina en mí por medio de nuestra Madre. ¡Qué bello es el Camino de la Consagración! Con ella se cumple en mí Su Palabra

Hoy aprendo la importancia del hoy y del abandono en Dios. El mundo me enseña: ¿Quieres algo? Ve a por ello y pon todo tu empeño. Jesús, por el contrario, me dice: Busca sobre todo el Reino de Dios y Su justicia y lo demás se te dará por añadidura. No es que tenga que descuidar lo demás; Jesús no dice eso. Jesús me dice que, por encima de todo, busque el Reino de Dios. Que lo otro es secundario. Es decir, debo ocuparme de ello pero sin poner ahí la vida. No debo afanarme en mis necesidades e intereses, sino que mi afán debe ser vivir el Evangelio. Y el Evangelio se vive hoy, no mañana. El mañana, Dios dirá. Lo importante es vivir el momento presente, sabiendo que Dios se cuida de mis cosas. Tengo que aprender a confiar y a descansar en Él. Y es que nadie mejor que Él conoce mis anhelos y necesidades. ¿Acaso yo me sé amar mejor que el Amor mismo? ¿Cómo no voy a dejarlo todo en Sus Manos amorosas para que haga conmigo lo que le plazca? Se acabó eso de desesperarme para lograr mis objetivos. Se acabó eso de proyectarme en el futuro con todo tipo de miedos e incertidumbres. Mi vida no tiene que girar en torno a mí, sino en torno a Dios. Y, cuando todo gire en torno a Él, ¡me será recompensado al ciento por uno! Sin embargo, no debo autoengañarme. No es la recompensa lo que debo buscar. Mi relación con Dios no debe ser una relación de interés o de compra-venta, sino una auténtica relación de amor. Por eso, mi principal tarea tiene que ser despertar en mí el deseo de Su gloria y Su Voluntad, cosa que puedo lograr con la ayuda de nuestra Madre celestial y el Camino que Ella me ofrece para llegar a Él. 

Madre, purifica mis deseos e intenciones. Enséñame a vivir por y para Dios y aumenta mi confianza en Él. Que Él sea el Dueño y Señor de mi vida y reine por siempre en todo mi ser. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor. Amén. 

. Oración

Rezar un misterio del Rosario (un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

La Oveja Guerrera
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