Meditación 27: Don de Sabiduría

 


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En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

. Escucha, Israel

«Aquella noche el Señor se apareció allí en sueños a Salomón y le dijo: Pídeme lo que deseas que te dé

Salomón respondió: Has actuado con gran benevolencia hacia tu siervo David, mi padre, porque caminaba en tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón. Has tenido para con él una gran benevolencia, concediéndole un hijo que había de sentarse en su trono, como sucede en este día. Pues bien, Señor mi Dios: Tú has hecho rey a tu siervo en lugar de David mi padre, pero yo soy un muchacho joven y no sé por dónde empezar o terminar. Tu siervo está en medio de tu pueblo, el que tú elegiste, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede, pues, a tu siervo, un corazón atento para juzgar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal. Pues, cierto, ¿quién podrá hacer justicia a este pueblo tuyo tan inmenso?

Agradó al Señor esta súplica de Salomón. Entonces le dijo Dios: Por haberme pedido esto y no una vida larga o riquezas para ti, por no haberme pedido la vida de tus enemigos sino inteligencia para atender a la justicia, yo obraré según tu palabra: te concedo, pues, un corazón sabio e inteligente, como no ha habido antes de ti ni surgirá otro igual después de ti. Te concedo también aquello que no has pedido, riquezas y gloria mayores que las de ningún otro rey mientras vivas. Y si caminas por mis sendas, guardando mis preceptos y mandamientos, como hizo David, tu padre, prolongaré los días de tu vida» (1 reyes 3, 5-15). 

. Mensaje de María «Reina de la Paz» en Medjugorje

 Queridos hijos, como Madre os pido que perseveréis como mis apóstoles. Oro a mi Hijo para que os conceda sabiduría y fuerzas divinas. Oro para que, según la verdad de Dios, enjuiciéis todo lo que os rodea, y os opongáis firmemente a todo aquello que desea alejaros de mi Hijo. Oro para que por mi Hijo testimoniéis el amor del Padre Celestial. Hijos míos, se os ha concedido la gran gracia de ser testimonios del amor de Dios. No toméis a la ligera esa responsabilidad confiada a vosotros. No aflijáis mi Corazón materno. Como Madre deseo confiar en mis hijos, en mis apóstoles. Por medio del ayuno y de la oración, abridme el camino para que pida a mi Hijo que esté cerca de vosotros, y para que, por medio de vosotros, sea santificado Su Nombre. Orad por los pastores, porque nada de esto sería posible sin ellos. ¡Os doy las gracias!” (2 de noviembre de 2012). 

. Frutos de la Consagración (por San Luis María Grignion de Monfort) 

«Si cultivamos bien a María, que es el árbol de la vida en nuestra alma, siguiendo con fidelidad la práctica de esta devoción, Ella dará su fruto en su tiempo, y este fruto suyo es Jesucristo».

. Oración

Rezar un Rosario completo.