Meditación 33: Don de Temor de Dios

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En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

. Escucha, Israel

«Hijo mío, no olvides mi enseñanza, guarda en el corazón mis preceptos, pues te traerán largos días, años de vida y prosperidad. Que no te dejen la bondad y la lealtad, llévalas colgada al cuello, guárdalas bien en el corazón: alcanzarás favor y aceptación, lo mismo ante Dios que ante los hombres. Confía en el Señor con toda el alma, no te fíes de tu propia inteligencia, cuenta con Él cuando actúes y Él te facilitará las cosas; no te las des de sabio, teme al Señor y evita el mal: será salud para tu cuerpo, medicina para tus huesos. Honra a Dios con tus riquezas, con la primicia de todas tus cosechas: tus graneros se colmarán de grano, rebosarán mosto tus lagares. Hijo mío, no rechaces la represión del Señor, no te enfades con Él cuando te corrija, porque el Señor corrige a los que ama, como un padre al hijo preferido» (Prov 3).

. Mensaje de María «Reina de la Paz» en Medjugorje

Queridos hijos, de nuevo os invito maternalmente: no endurezcáis el corazón. No cerréis los ojos ante las advertencias que por amor el Padre Celestial os envía. ¿Lo amáis sobre todas las cosas? ¿Os arrepentís de que a menudo olvidáis que el Padre Celestial, por su gran amor, ha enviado a su Hijo para redimiros con la cruz? ¿Os arrepentís de que todavía no aceptáis el mensaje? Hijos míos, no opongáis resistencia al amor de mi Hijo. No opongáis resistencia a la esperanza y a la paz. Con vuestra oración y vuestro ayuno, mi Hijo con su cruz disipará las tinieblas que quieren envolveros y someteros. Él os dará fuerza para una vida nueva. Al vivirla según mi Hijo, seréis bendición y esperanza para todos los pecadores que deambulan en las tinieblas del pecado. Hijos míos, ¡velad! Yo, como Madre, velo con vosotros. Especialmente oro y velo por aquellos que mi Hijo ha llamado a ser para vosotros portadores de luz y portadores de esperanza: por vuestros pastores. ¡Os doy las gracias! (2 de marzo de 2013).

. Frutos de la Consagración (por San Luis María Grignion de Monfort) 

«Esta Madre del Amor Hermoso quitará de vuestro corazón todo escrúpulo, todo temor servil y desarreglado».

. Oración

Rezar un Rosario completo.