Meditación 38: Acción de gracias
(Álef) Bendigo al Señor
en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; (Bet) mi alma se gloría
en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. (Guímel) Proclamad
conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. (Dálet) Yo consulté
al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. (He) Contempladlo, y
quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. (Zain) El afligido
invocó al Señor, él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. (Jet) El ángel del
Señor acampa en torno a quienes lo temen y los protege. (Tet) Gustad y ved qué
bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él. (Yod) Todos sus santos, temed
al Señor, porque nada les falta a los que lo temen; (Kaf) los ricos empobrecen
y pasan hambre, los que buscan al Señor no carecen de nada. (Lámed) Venid, hijos, escuchadme: os
instruiré en el temor del Señor. (Mem) ¿Hay alguien que ame la vida y desee
días de prosperidad? (Nun) Guarda tu lengua del mal, tus labios de la falsedad;
(Sámek) apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras ella. (Ayin) Los
ojos del Señor miran a los justos, sus oídos escuchan sus gritos; (Pe) pero el
Señor se enfrenta con los malhechores,
para borrar de la tierra su memoria.
(Sade) Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus
angustias; (Qof) el Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos.
(Res) Aunque el justo sufra muchos males, de todos lo libra el Señor; (Sin) él cuida de todos sus huesos, y ni uno
solo se quebrará. (Tau) La maldad da muerte al malvado, los que odian al justo
serán castigados. El Señor redime a sus siervos, no será castigado quien se
acoge a él (Salmo 34).